El "efecto Clemente" acaba nada más empezar

La gran expectación que había levantado el cambio de entrenador y el renacer de la ilusión por permanecer un año más en primera división han terminado. Si, tras la derrota en el estadio verdiblanco, daba por descen-dido virtualmente al equipo grana, el próximo domingo el Real Murcia puede certificar su descenso si no gana en Huelva al Recreativo.

La alineación de Clemente me ha sorprendido. Esperaba el cambio de lateral derecho (¡por fin!) pero no que saltaran al terreno de juego de inicio Regueiro y Rosinei. Parecía que el equipo se había contagiado del revulsivo que siempre supone un cambio de entrenador y que podía encerrar al Getafe en su campo, que venía a Murcia con importantes ausencias (Granero, De la Red, …), pero que está haciendo una temporada digna de admiración (casi en la final de la Copa del Rey y casi en cuartos de final de la UEFA) aunque en la liga andan un poco dubitativos.

Pero todo fue un espejismo. Alguna ocasión del Murcia, como un disparo de Rosinei que salió rozando el poste. Una jugada poco clara que terminó con gol anulado por posible fuera de juego. Y a los vestuarios. Tampoco hizo nada el Getafe para irse al descanso con ventaja. En la segunda parte, antes de los diez minutos de juego, lo de siempre: una buena jugada de Pablo Hernández sube el 0-1 al marcador.

Clemente intentó mejorar la situación cambiando la dupla de delanteros, al ocupar Iván Alonso e Íñigo e Iván Alonso el lugar de Regueiro y Baiano, pero no lo conseguó. Más bien al contrario, pues el Getafe se hizo el amo y serñor del encuentro. Y para hacer más grande la herida, dos jugadas de contragolpe pusieron el resultado definitivo de 0-3.

Realmente cuesta trabajo explicarse cómo un equipo que fue capaz de sumar 22 puntos en 18 jornadas sólo ha conseguido un empate en los últimos nueve encuentros. Pero es así. La permanencia está ya a ocho puntos, inalcanzable para el Murcia. Para esto, mejor que hubiera seguido Alcaraz, como ya comenté la pasada semana, para planificar la próxima temporada.

Una pena.