En la corta andadura de este blog hemos sido testigos del Nº 1 de Rafa Nadal y de un montón de torneos de Grand Slam, de varias Copas Davis, de una final olímpica de basket, de los records de otro planeta de Usain Bolt, de "los anillos" de Pau Gasol, de "la era Contador", de la Vuelta de Alejandro Valverde y del "año fantástico" del Barsa con sus seis títulos. Incluso de una Eurocopa de fútbol...
Pero faltaba la guinda. Si no llegó a tiempo para que quedara inmortalizada la victoria de la ÑBA en el Munidal de Japón 2006, muchos pensaban que pasaría mucho tiempo para que pudiéramos relatar lo que la selección española nos ha hecho vivir en este mes mágico en Sudáfrica.
... Y es que ¡¡¡ SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO !!! ¡¡¡ GANAMOS EL MUNDIAL !!!
Tenía nueve años cuando vi por televisión mi primera final de un Mundial. En aquella ocasión, como en esta, Holanda era uno de los finalistas. Pero a diferencia de ayer, quería que ganaran ese partido frente a Alemania, el país anfitrión. Cruyff, Neeskens y su "fútbol total" habían vencido a Argentina y a Brasil, pero no pudieron con los teutones.
Cuatro años más tarde Holanda jugaba de nuevo la final. Ese año mis simpatías estaban divididas pues en el país anfitrión, ganador de nuevo a la postre, jugaba uno de mis ídolos de antaño, Mario Alberto Kempes.
Llegó después nuestro Mundial, el de España 82 y el de Naranjito. Una enorme decepción. Nos habían hablado siempre del gol de Zarra en Brasil 50 que supuso la mejor clasificación de España en una fase final, pero nuestros ojos no veían otra que decepciones en octavos, en cuartos ... o antes.
Y llegamos a Sudáfrica 2010. Y con la vitola de favoritos después de presentarnos como campeones de Europa y tras una brillante fase de clasificación en la que ganamos los diez encuentros disputados.
Y perdemos, injustamente, el primer partido ante Suiza. Surgieron las dudas, como siempre, pues somos expertos en pasar del cielo al infierno. Pero este grupo aguantó la presión y aceptó el reto y terminó, incluso, primera de grupo, algo que no dependía de ellos en primera instancia, pero que sucedió tras acompañar los resultados.
Nos libramos de Brasil en octavos a cambio de Portugal y Cristiano Ronaldo, que estuvo infame en aquel partido. 1-0 y a cuartos, donde esperaba Paraguay, que tampoco lo puso fácil. Dos minutos de infarto desde el punto de penalty, 1-0 y a semifinales.
Alemania era el rival que aspiraba a impedirnos el pase a la gran final. Había goleado a Inglaterra y a Argentina pero se encontró con el mejor juego de España y una gran victoria, pronosticada por el pulpo Paul, una de las atracciones mediáticas del campeonato.
Y quedaba el último partido contra una Holanda que también había ganado todos los encuentros de la fase de clasificación y los seis que había jugado en Sudáfrica. Era, además, la que había dejado a la favorita Brasil en la cuneta, en un extraño partido, todo hay que decirlo.
Por una vez consiguió la victoria el equipo que más lo mereció y que más intentó jugar al fútbol, que de eso se trata. Y digo por una vez porque es muy corriente que el fútbol sea injusto con aquel que quiere practicarlo. Los holandeses intentaron cortar el juego de España a base de faltas, contando para ello con la permisividad del colegiado, que no será de más infausto recuerdo por el resultado final. Es cierto que también tuvieron sus oportunidades, algunas de ellas muy claras, pero los dioses se habían puesto de acuerdo para que este extraordinario grupo tocara el cielo con sus dedos tras el gol de Andrés Iniesta.
Sólo me queda felicitar y dar la enhorabuena a Iker Casillas, Pepe Reina, Víctor Valdés, Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, Joan Capdevila, Carlos Marchena, Gerard Piqué, Carles Puyol, Sergio Ramos Xabi Alonso, Sergio Busquets, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Javi Martínez, David Silva, Xavi Hernández, Jesús Navas, Juan Manuel Mata, Pedro Rodríguez, Fernando Llorente, Fernando Torres, David Villa, Don Vicente Del Bosque y todo su staff técnico.
Han demostrado que son unos maravillosos peloteros, unos grandes profesionales y unas grandes personas llenas de humanidad (y para muestra un botón con las lágrimas de Iker y su beso a su chica).
Todos han contribuído a que hayamos vivido un momento mágico que no sabemos si volveremos a vivir.
Gracias.