¡¡ Campeones de Europa !!
Por ochenta y cinco días no fui testigo de la victoria de España sobre la Unión Soviética en la Eurocopa de 1.964. Es evidente que de poco me habría servido para recordar algo de aquel triunfo. La Eurocopa de 1.984 sí la recuerdo, sobre todo aquella infausta final en la que, para mí, el mejor portero que he visto jugar en un terreno de juego, Luis Miguel Arconada, encajó aquel gol de infortunio para acabar perdiendo por 2-0.
Desde entonces, un gran aficionado al deporte en general como yo había tenido la oportunidad de ver cómo conseguíamos los más extraordinarios logros tanto a título individual como colectivo: ganábamos el Tour de Francia, el Giro, mundiales de ciclismo, europeos y mundiales de fútbol-sala y waterpolo, medallas olímpicas (incluida la de los 1.500 m en Barcelona), campeonatos del mundo de motociclismo, la Euroliga, la Champions, Roland Garros, la Ryder Cup, ... Y últimamente, campeonatos del mundo de balonmano y baloncesto, campeonatos del mundo de pilotos de F1, y hasta la Copa Davis.
Pero faltaba siempre la guinda. Casi nos habíamos acostumbrado a no lograr ningún campeonato importante (europeo o mundial) en el deporte rey, el fútbol. Siempre terminábamos hablando de la mala suerte, de la maldición de cuartos, del fatídico punto de penalti y tantas y tantas otras cosas.
Hasta anoche. Una selección que en algunos instantes, como en la segunda parte de la semifinal ante Rusia, nos ha hecho recordar el "dream team" de Cruyff ha conseguido una más que justa y merecida victoria en la Eurocopa de Suiza y Austria, y jugando bien al fútbol, como no suele ocurrir, dejando por el camino a algunos de los de siempre: Italia y Alemania. Con solvencia, incluso perdonando alguna que otra goleada, maravillando al mundo entero por la calidad de su fútbol.
Y consiguiendo que toda España se pegara al televisor (los que no estaban en Viena, que merecen comentario aparte por su ánimo a la selección y su ejemplar comportamiento) para ver como todos, del primero al último, incluido el cuestionado Luis Aragonés, levantaban la copa de campeones, a la que le sientan muy bien las cintas rojas y amarillas.
Desde aquí felicito a todos los jugadores, a los que lo han peleado en el terreno de juego y a los que han animado desde el banquillo, al entrenador y a todos por haber sufrido hasta llegar a la victoria. Nos la merecíamos. Y ahora, a por el Mundial del 2.010. Aunque primero habrá que clasificarse para Sudáfrica.
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Valentin -