Sorpresón en el Martín Carpena

Pero antes de los vuelos de Rudy en Phoenix se produjo un auténtico sorpresón. Por lo menos para mí ... y estoy convencido que para la inmensa mayoría de los aficionados del CB Murcia. Si el fuerte de este equipo no es ganar a domicilio, el Unicaja suele infringir serios correctivos al equipo murciano. Todo era propicio al equipo malagueño: mejor plantilla, mejor quinteto, mejor ánimo, mejor posición en la tabla, ... Pero a veces nos olvidamos que esto es un juego, no una ciencia exacta.

Empezó la temporada con mi idea de que esta plantilla estaba preparada para el descenso a la LEB, si no a la desaparición del baloncesto de elite en Murcia. Todo iba con retraso. La confirmación del entrenador, los fichajes de jugadores. Durante la primera vuelta el equipo mostró su regularidad de siempre fuera (a perder toca) y en casa perdió parte de su invulnerabilidad. Los últimos partidos en el palacio han sido decepcionantes, mostrando un juego muy pobre. Los problemas con la plantilla por motivos económicos saltaban a la palestra, destacando los americanos Thomas y Dean. Los cambios en la plantilla a mitad de temporada tampoco daban el resultado esperado. Se fichaba y desfichaba en cuestión de horas jugadores (Weiss) que terminaban en otros equipos (Vive Menorca). En fin, un rosario de despropósitos.

Y va el equipo y vence en la cancha de Unicaja, comandado por un Lamont Barnes excepcional (22 puntos y 8 rebotes) que lideró a un gran CB Murcia que terminó imponiéndose por 74-78. La última incorporación, el base Mijatovic, jugó algo menos de quince minutos. Espero que no sólo de minutos de descanso a C.T., sino que le ponga un poco las pilas al base murciano, capaz de lo mejor y de lo peor.

Y que siga la racha. Esta victoria es una oleada de aire fresco para el equipo. Pero se va a sufrir hasta el final. Que a nadie le quepa la menor duda.