Una victoria para la esperanza
Hasta hace unas horas esta era la situación del CB Murcia: penútimo clasificado, a una victoria de sus inmediatos predecesores en la tabla clasificatoria y con DKV Joventut, Iurbentia, Pamesa, Gran Canaria y CAI Zaragoza en las cinco últimas jornadas de liga. Muchos pensaban, pensábamos, que sólo se podría aspirar a ganar el último encuentro en "la batalla del Ebro" y que, además, no servía para nada. ¡Menudo panorama!
Esta mañana el CB Murcia ha completado un buen encuentro de basket que ha finalizado con una merecida victoria sobre un rival superior en todos los aspectos menos en ambición, por lo menos esta mañana. Desde luego, el descanso le ha venido mejor al cuadro murciano, más a unos que a otros, pues este equipo es como si jugara con un solo americano (hoy con ninguno, por la nefasta actuación de Dean, que ha terminado con -5 de valoración) merced a un indolente Moss que no es el del año pasado en Menorca y que en cualquier otro equipo habría sido cortado hace muchísimo tiempo. Sus carencias las tiene que compensar el equipo con un efectivo Barnes y con un hoy soberbio Fajardo, que sí que se gana el suelo en la cancha. Este sí que es un jugador con lo que hay que tener: pundonor, garra, lucha y, en muchos partidos, acierto (rebotes y puntos) y buen juego. Y hoy, en parte por la inoportuna lesión de Thomas, hemos visto sobre la pista a un José Antonio Marco que ha cumplido con creces, superando las prestaciones de un desdibujado Mijatovic.
Como ya comentamos en un post anterior, el año pasado fuimos testigos de la victoria de Joventud en Murcia. ¡Quién no recuerda aquel mate estratosférico de Rudy Fernández por encima del mismísimo Triguero! Pero hoy el CB ha tenido el encuentro prácticamente controlado durante todo el encuentro, llegando a alcanzar ventajas superiores a los veinte puntos y dominando los tres primeros cuartos, incluido el temido tercero, tantas veces clave en la derrota murciana. Al final, el DKV maquilló el resultado para terminar con una desventaja de trece puntos tras anotar sólo 58 (71-58 ha sido el marcador final).
Y esta jornada perdieron Menorca, CAI (ante un Cajasol que, como venía demostrando en los últimos encuentros, no tendrá problemas para salvarse, si no lo está ya matemáticamente), Bruesa y Estudiantes (vaya derrota ante Granada en su pista, sin Borchardt).
Consecuencias: si Obradoiro no saca equipo el año que viene, Murcia está prácticamente salvado, pues además de la ventaja de dos victorias sobre Menorca le gana el basket-average. Esto implica que para quedar por encima, Menorca tendría que ganar tres partidos más que Murcia, y quedan cuatro. Menorca tiene que jugar en las canchas de Granada y Bruesa, que se juegan la permanencia, y en casa frente a Real Madrid y Cajasol, partido el primero que, en condiciones normales, debería perder siempre y el segundo que lo jugará frente a un Cajasol sin motivación importante. En todo caso, difícil.
Pero si Obradoiro consigue el milagro, descienden dos. En este caso, dejar dos equipos por debajo es tarea complicada. Fijémonos en el CAI, último rival del equipo murciano. Juega fuera de Zaragoza en Vitoria y Badalona, dos partidos que debería perder, y recibe en su cancha a Bilbao y Murcia. Lo dicho, el último partido puede recordar a aquel famoso quinto del playoff cuando Murcia ascendió a ACB.
Seguiremos informando. Y esperemos que sea de una victoria murciana. Era muy pesimista, y sigo viendo muy difícil quedar antepenúltimo, pero si se juega como hoy, los escépticos tendremos que cambiar, afortunadamente, de opinión. ¡Lástima las derrotas inmerecidas de San Sebastián y Sevilla! Con esas dos victorias la salvación estaría prácticamente asegurada y con una el panorama sería también optimista. Pero conformémonos con lo que hemos visto hoy en el Palacio.
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