Exhibición de Rafa Nadal antes de Roland Garros
Hasta ahora a este blog se habían asomado brillantes deportistas españoles como Fernando Alonso, Pau Gasol, Rudy Fernández, Ricky Rubio, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo o nuestro paisano Alejandro Valverde. Este maravilloso elenco estaría incompleto sin Rafa Nadal, que el sábado y el domingo brilló a gran altura en el Masters Series de Hamburgo, en su primera victoria en este torneo (y tercer título de la temporada), hasta ahora coto privado de Roger Federer.
El partido de semifinales ante Novak Djokovic (7-5, 2-6 y 6-2) supuso su primera gran prueba de fuego, pues estaba en juego la segunda plaza del ranking de la ATP y, tras desplegar su gran tenis sobre tierra batida, las que le han convertido en el mejor del mundo en esta superficie, y salvó con su garra y clase su lucha por desbancar al suizo del número uno en el que lleva instalado ya si se sabe desde cuando.
Rafa y Roger reeditaron el domingo la final del año pasado en la que éste último acabó con una racha de victorias sobre tierra que parecía no tener fin (2-6, 6-2, 6-0). Sin embargo, esta vez el triunfo cayó de lado del español (7-5, 6-7 y 6-3) tras casi tres horas de juego.
Rafa no comenzó nada bien, y prueba de ello es que en menos de media hora perdía 5-1 con servicio de Federer para anotarse el primer set. Por si faltaba algo, negros nubarrones aparecieron cuando Nadal tenía que ser atendido por el fisio.
Y a partir de ahí, una remontada increíble. Siete juegos ganados seguidos para apuntarse el primer set y romper el servicio del suizo en el primer juego del segundo, que cayó de lado de Roger en el tie-break. Pero el triunfo llegó tras un último parcial de 6-3.
Y el domingo, Roland Garros.
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